Deshumidificadores
El porcentaje de humedad relativa adecuado para el confort y la salud está entre el 45% y el 55%.
El exceso de humedad en el ambiente de los edificios provoca graves consecuencias tanto en la estructura de los inmuebles, los productos almacenados, como en la salud de los ocupantes.
También son numerosos los procesos industriales que requieren disminuir la humedad relativa ambiente tanto en los procesos productivos, como durante la conservación del producto.
El aparato que nos permite dar una solución inmediata, rápida y eficaz a todos los problemas originados por el exceso de humedad es el deshumidificador.
Existen distintas tecnologías:
Frigoríficos o de condensación: Se basan en el funcionamiento del circuito de refrigeración por compresor. El aire húmedo es conducido por el ventilador a través de la batería del evaporador, donde se enfría por debajo de su temperatura de rocío condensando la humedad contenida en el aire en forma de agua. El aire frío y seco continúa a través de la batería condensadora donde es recalentado antes de ser conducido nuevamente al recinto. El agua procedente de la condensación es evacuada por una tubería de desagüe o a un depósito.
Son eficaces si el aire de entrada tiene un punto de rocío superior a los 12ºC. Cuanto mayor sea el punto de rocío, mejor será la extracción de la humedad del ambiente.
Por tanto, los niveles de humedad conseguidos con esta tecnología no se pueden reducir por debajo del 40% y su uso se limita a ambientes con temperaturas positivas, teniendo un rendimiento muy bajo por debajo de los 10ºC.
Desecante o de adsorción: Es una tecnología diseñada para funcionar en temperaturas bajas (hasta -50ºC). Permiten mantener porcentajes extraordinariamente bajos de humedad con independencia de la temperatura.
Los deshumidificadores de adsorción basan su funcionamiento en las propiedades higroscópicas del sílica-gel. El rotor desecante gira lentamente en su interior, donde hay dos circuitos de aire, uno para el proceso de secado y otro para regenerar el rotor.
El aire húmedo es conducido por el ventilador a través del rotor giratorio, cediendo vapor de agua al rotor e impulsando el aire seco de vuelta a la sala.
El rotor queda impregnado con la humedad del aire, siendo necesaria su reactivación mediante el paso de aire caliente por una pequeña zona del rotor. El aire de regeneración circula a través del rotor en sentido contrario cediendo el vapor de agua al flujo de aire caliente.
El aire de regeneración contiene el exceso de humedad sobrante por lo que se ha de expulsar fuera de la sala tratada.
El giro del rotor, hace que dicho proceso sea continuo y permanente.
Dentro de estas dos tecnologías existe diversidad de modelos, sistemas, capacidades y potencias. El gasto energético vendrá determinado por el sistema escogido y las condiciones en las que deba trabajar el aparato.
La selección del sistema óptimo vendrá determinada por un estudio minucioso de las necesidades y el entorno a tratar. Confíe en profesionales de la humedad como Klicon para un adecuado asesoramiento.